lunes, 7 de julio de 2014

Y finalmente morí...

Esto comenzó hace tiempo, puedo sentenciar que detrás de mis ojos, sentí una sequedad, que finalmente se alojo, en mis lagrimales, con el tiempo perdieron sensibilidad. El dolor parecía fácil de llevar, y se iba arrastrando por mi espalda, hasta entumecer mi trapecio, todo mi cuello, y espalda fueron sintiendo una rigidez, difícil de escribir en adjetivos. Un bruxismo severo, y acidez estomacal, fueron los síntomas que me llevaron a una muerte lenta, por los días enfurecido por las noches insomne, no fue lento sino progresivo, una ansiedad producto de una acelerar mi vida, me se reflejaba cuando comía, masticaba bocados con bronca, con violencia, esperaba siempre que pase el tiempo.
Mientras mis sentimientos, se fueron escarchando deje de lado a mis seres queridos, los cambie por proyectos personales, fui olvidando gestos de ternura, y hasta entendí que no es malo ser odiado, si uno hace lo correcto.
Esa progresión, fueron mis últimos años, donde arruine mi vida. Supongo que soy el máximo responsable de haberme muerto, de haber permitido olvidarme de lo que amaba. Creo que el problema fue que no había base donde apoyarme, que nada de los que tenía, servía, o que en realidad nunca tuve nada. Vine a este mundo sin sentido, a sobrevivir, elegí el camino de guerra, para salvar mi vida...muy equivocado esta el que busca paz, haciendo guerra y el que busca amor, sin lagrimales.
Descanso en paz.