Busco hace años un Reino, a donde albergar a todos los hombres y mujeres del mundo, para que vivan en armonía, felicidad y dicha.
Rodeado de ruido, tratando de concentrarme, busco..., busco creer en mi proximo obstaculo, como si creyendo se transformase más facil de superar.
Me volteo a contemplar un rato lo caminado, miro donde estoy ahora, miro al futuro, y aunque me desanimo, no me queda otra que dar un paso más.
Al ser auspicioso los senderos agenos, intento ver cuan iluminado esta el mío, entiendo que la dicha, en este viaje no se transita; que la virtud del caminante es la unica dicha que puede existir.
Rencor, incluso puede ser envidia, falta de vejez o demasiada juventud, llamar las cosas por su nombre porque no....cobardía.
No veo la luz que veo en mi camino, ni siquiera las flores, y donde están las adas que me prometieron, o los frutos exóticos que me contaron, ni siquiera luz me haz dado, y la ropa que tengo puesta es la me entregaron cuando empece el viaje, le dije con el mayor de los enojos al Rey de todos los mundos.
Todo este viaje a sido una tortura, la tortura más despiadada que haz lanzado hacia una persona, me haz mentido prometiendome dones y placeres, inumerables y aqui me vez que "no he recibido mas fortuna que tus hazotes".
El Rey de todos los mundos, sonrío y le dijo a Hombre: "Este es el mundo que se te ha dado, si quieres algo mejor inventalo tu mismo".
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