martes, 3 de junio de 2014

En el colectivo viajando a la Faculdad

Como si el olvido, durara tiempo,  como si el tiempo se llevara el olvido. Como si nuestra vida fuese más que un gesto, que se queda con un gesto en el camino.

Como si una escusa fuese lema, y si el lema fuese una escusa. Así espero el correr del tiempo mientras te pienso, y busco difusa.

No han venido, al río los dolores nuevos, no hay bondad, ni dueños, no hay poesía, hay tango.
Tengo mi soledad de compañía, tengo o casi tengo dos o tres mil sueños.
No perdí las ganas, no perdí las fuerzas, quede derrotado, sin ningún problema.
Me entregue a este reino de soberbias formas, de cazuelas viejas, de violencia y de zozobra.

Fui poeta, y sabio, ignorante y necio, me guarde el desprecio, ese no rotundo.

Me quedé en silencio, me quedé sin mundo, con la voz cansada, y el placer errante, me escape del mundo. Me perdí de vista. Perdí mi amigos, y perdí la lista. Me fui convenciendo, como será mi vida, me quedé tranquilo, golpeado, y dolorido, quieto en este rincón.

Voy a ser coherente y olvidé mi anhelo,  ya no tengo tiempo, no tengo consuelo.

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