domingo, 1 de junio de 2014

Las puertas del cielo (otras)

Yo conocí las puertas del cielo, estuve cerca casi a unos pasos de entrar, pero no pude.

Creo que no pude entrar, porque al cielo se entra solo, sin ayuda de nadie, sin pedir permiso, simplemente te abren las puertas y listo..

Ese lunes Ana estaba dormida, le había prometido un helado en fredo, y como todas las promesas a un niño son sagradas, fuimos.

Había estacionado el auto sobre Cabildo y José Hernández, un lunes de noviembre a las 22:34 hs, en ese instante se abrieron, yo me moría de ganas de entrar, pero no podía ser tan irresponsable, no podía olvidarme de Ana, di un paso hacia atrás, casi de manera distante me fui, casi escapando, convencido que el cielo abriría sus puertas una vez mas, en esa esquina o en otra, pero no fue así.

Paso el tiempo, las puertas se cerraron herméticamente, y a pesar de mi insistencia, ya no emitieron movimiento. Con el tiempo me entere, que ya no están mas en esa esquina, y volvieron al anonimato.

Caí en una depresión, profunda culpándome una y otra vez por mis errores. Como si el destino no estuviera escrito, intente una y mil veces olvidarme de lo cerca que estuve, pero no hubo caso.

Como si fuese ayer lo tengo presente, cada vez que puedo invento una escusa para pasar por esa esquina, paso lentamente con el auto, mira a todos los costados, pero no hay caso el cielo hace tiempo que no me quiere ver, debe ser por eso que estoy intentando dejar de vivir pecando....tal vez así un Ángel de señales de vida.

No hay comentarios.: