En visperas de mi boda

Ahí me divierto jugando a que la cornisa, es más ancha, aunque la exploro con el convencimiento que es una playa desierta, ahí voy creyendo que el vacío existe, pero no acá, la inconsciencia de niño, y la seguridad de soldado, son fundamentales para que este hoy acá, los milímetros kilómetros y los segundos ciudades, me estoy jugando el culo en la próxima pisada, el culo que calenté con tanto cariño en un banco en la oficina.
Mi próximo paso no es importante porque es uno más de los que daré de ahora en más, mis huellas ya fueron borradas por otras huellas, la brisa me tranquiliza, y el silencio me perturba, el silencio de la cornisa antecede al estruendo de mi próximo paso, entonces sin dar muchas explicaciones de porque lo debo hacer, creo que el próximo paso es fundamental para llegar al otro lado. Ahi voy a simple vista vacío, seguro que en otro mundo sería un suicidio explicito, respiro profundo, me balanceo hacia adelante y no caigo, mi pie izquierdo flota en el aire,y me llama a dar otro paso, el aire, que a simple vista es gaseoso, me deja dar otro paso, y ahi va el quinto y el décimo paso.
Hace ya de este acontecimiento pasaron treinta años, no existen carreteras en esta vida, que me acoten, no existe camino que me marque destino, existo yo y todo lo que demás solo es lo que creo...