viernes, 18 de abril de 2008

Sin...ero (din) (cuentos breves)

El hueco en donde estaba el Banco de la Nación, era la fotografía perfecta. Emilce era distinta jugaba a contar las cantidad de golosinas que habían en el sitio de los cajeros automáticos, Marlene iba y venía, sentada en la plaza leyendo a Cortazar, Julio desarmaba el auto y lo volvía a armar, siempre le sobraban algunas tuercas, pero era distinto. Daniel protestaba porque le tocaba trabajar los jueves y los viernes, era el responsable de los alimentos de quinientas familias, pero turnaba su labor con Jorge, Pedro, y Andrea.

La ciudad amanecía un poco más tarde y el olor a café golpeaba las puertas de los vecinos, todos caminaban lento, y la gente se detenía en las esquinas a hablar de cosas importantísimas como la correcta forma de hornear las papas, y las cualidades de filete de merluza. Los perros estaban iguales que antes, los gatos iguales, el único perdido era el Hombre con tanto tiempo, pero todos parecían niños, los días eran esperado por todos como un abanico de posibilidades, la gente se iba mayoritariamente a lugares de esparcimiento, el gobierno declaro feriado todo el més de junio y todo el més de enero, eso si siempre que este reservado el alimento, en invierno se iba al cine, luego al teatro, luego a casa de amigos, luego la gente tomaba chocolate caliente, y se tejían pantuflas, en verano se hacía todo tipo de deportes, todo se podía hacer, todo era posible en este planeta porque ya no existía el dinero.


Sigamos con este sueño que tengo como cruzada!! Usemos la cinta verde que todo depende de nosotros!!


Besos

4 comentarios:

©Claudia Isabel dijo...

Este relato me recuerda a mi infancia, donde lo único importante era lo que ahora es trivial y sin importancia...
Un abrazo y gracias por el hermoso poema que me dejaste.

Lágrimas de Mar dijo...

suena bonito un mundo sin dinero donde todos somos iguales, pero...

besos

lágrimas de mar

Jo dijo...

a veces el dinero transforma a las personas, ... pero eso es conforme crecemos.

a veces me gustaria volver a esa edad donde no habia preocupaciones , solo juegos y problemas menores...

aunque como todo se transforma tambien tristemente veo, que hoy en dia hay niños que no son tan felices y tienen preocupaciones que yo a su edad no tenia.

Capazorros dijo...

La utopía esta bien. Es una forma de evadir la cruda realidad. En este aspecto soy bastante pesimista.