sábado, 12 de enero de 2008
El día que me vesti de mujer...
Haceme un favor, mirá vez eso que está ahí, traemelo, sacale un poco las manchas, con esa escobillita que esta acá, y te lo regalo. Me gusta regalar la vida entera, la escobillita déjala acá porque esta escobillita me calma los “Dolores”. Esas fueron las palabras de Luis cuando lo conocí, en un baño de hombres, en una humilde charla de caballeros, me regalo su vida.
Ayer lo vi vestido de mujer, tenía una peluca negra y los labios perfectamente pintados, yo también aunque no tenía ninguna peluca, mis labios brillaban por la luz que Luis emanaba.
Ayer cumplió 50, y tenía que cantar su cumpleaños feliz, pero Luis no canto el cumpleaños feliz cantó “Las mañanitas que cantaba el Rey David”, estaba abrazado a su familia, frente a cuatro pasteles, una vela con forma de pene y vestido de tacones. Creo que esa foto la voy a tener por mucho tiempo en la retina, pero no por la imagen que en cierto punto es cómica, sino porque ayer vi después de mucho tiempo como es la felicidad y es ahí , ese punto que quiero compartir con ustedes.
El camino a la felicidad es mas sencillo de lo que parece, y todos los tenemos en la mano, abrazar fuerte y que te abracen, reírte a carcajadas, hacer cosas inconexas como arrodillarte en medio de la pista de baile mientras todos están bailando, mirar al cielo y buscar algo un rato largo, querer a gentes y demostrarles que los queres, la falta de estereotipos ayuda.
Ahora en un rato libertad que tengo pienso realmente lo que quiero de mi para mi vida, pienso si yo quiero ser serio o tímido, pienso si quiero pasar por la vida pidiendo disculpas, pienso porque no irme al Río de la plata y tirarme y hacer unos metros a nado, o en este momento levantarme de la PC y salir a dar vueltas manzana en hojotas corriendo, todas esas cosas ayudan a ser feliz, y cuando lo sumas estas disfrutando la vida.
Ojalá que se entienda lo que quiero decir, para mi un acto de felicidad es ni bien termines de leer esta nota, abraza al primero que tengas cerca, (ojala que sea un desconocido) y descubrí la sensación linda de cambiar al mundo a base de abrazos, humor y fundamentalmente amor, uno es rico cuando se puede desprender de todo lo que tiene en una milésima de segundo, y al minuto después es feliz.
Gracias Luis! Por mostrarme, tu vida, tu familia e historias, por haber sido amigo campesino, gerente, panquequero y soldado, por mostrarme los dientes con tus gordas mejillas, por decirme te quiero y seguir con tu vida.!!
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